sábado, 16 de mayo de 2015

Grande



 
Montse

Me desperté cuando me llamó mi tío, con la noche aún encima. Me senté en el comedero y miré hacia la puerta, con los ojos entornados por el sueño y por una luz inesperada. Salté al suelo y salí al corral: ante mí aparecía una luna enorme, blanca, envolviendo de una claridad lechosa la noche y el paisaje. Donde daba la luna, todo era blanco y refulgente, todo lo demás quedaba envuelto en una espesa oscuridad. Y yo, que sólo tenía doce años, como ya queda dicho, adiviné que jamás volvería a ver una luna así. Por eso hoy me conmueve poco la luz de la luna: llevo una dentro de mí insuperable.
José Saramago, Las maletas del viajero
( Ediciones B, 1999)

Mi afición a la fotografía es bien reciente, apenas hace 2 años mi marido me regaló una cámara digital compacta con la que empecé a hacer fotografías y a ver el mundo de otra forma.

De repente, las cosas a mi alrededor adquirieron una nueva dimensión y empecé a fijarme en si son objetos hermosos o no, si algún detalle es destacable, si la luz del momento los favorece o los perjudica. Pareciera que de pronto el mundo se convirtió en un campo nuevo de observación, análisis y experiencia.

Una observación, análisis y experiencia que -casi sin darme cuenta- pasó del mundo exterior a mi mundo interior. La fotografía ha sido en este tiempo -sigue siendo ahora- una forma de explorar(me) y de conocer(me). Dado que las fotografías, el uso del color, los encuadres, las perspectivas, transmiten emociones y mensajes, el fotografiar me ha llevado a hacerme consciente no sólo del efecto estético o visual que espero lograr con la imagen, sino qué quiero transmitir con ella, cuál es mi momento anímico, qué emoción estoy transfiriendo a la foto.

Por lo general, me gustan más las fotos con mucho colorido que las monocromas o con cierto aire envejecido (desvaído); sin embargo, en determinadas ocasiones, reducir la intensidad del color me permite recalcar una sensación más tranquila, más nostálgica, más íntima. Así como los colores brillantes transmiten alegría (y, por suerte, vivo en un lugar donde generalmente la luz permite destacar los colores brillantes que me rodean), los monocromos o los colores atenuados dan un toque más intimista a las imágenes, transmiten otras emociones...

Todo esto lo he ido descubriendo en un proceso de aprendizaje de la fotografía -técnicas, formas de edición, etc.- y también con el proceso básico de manejar la cámara para poder tomar la foto que veo en mi mente, no la que ésta "decide" sacar en automático. Y esta necesidad de ser yo quien maneje la cámara, de no utilizar el modo automático, de decidir conscientemente qué voy a fotografiar, es un reflejo de mi camino interior, que pasa ahora por centrarme en cuáles son mis reacciones automáticas, hacerme consciente de ellas y tomar yo la decisión de cómo actuar en cada momento.

Y no hacer las fotos en automático -no reaccionar automáticamente a lo que viene- es mucho más complicado que dejarse llevar. Y a veces las fotos -nuestros logros- no son las que habíamos planeado, incluso podemos considerarlo como algo equivocado (el caso de esta foto, cuya falta de nitidez en la luna me molesta), pero los errores son los que nos permiten mejorar, aprender, hacerlo mejor la siguiente vez.

Ahora tengo una cámara mejor (también regalo de mi marido) que la primera compacta y con la que puedo realizar mejores fotografías, no sólo porque es de mejor calidad, sino porque yo ahora sé manejar mejor la cámara. Y sigo considerándolo un símbolo de mi trabajo interior; ahora sé manejar mejor mis reacciones, soy más consciente de qué hago y por qué lo hago. No siempre, claro; al igual que a veces dejo la cámara en modo automático, yo sigo actuando automáticamente, sin darme cuenta... hasta después de haberlo hecho. Pero de los errores se aprende ¿no?

Por ello he elegido esta canción, habla de errores y de darse cuenta. Y son los Rolling...



The Rolling Stones, A bigger band (Virgin Records, Polydor Records, 2005). Premio Grammy por Mejor Álbum Rock, Premio Echo al Mejor Grupo de Rock/Pop Internacional

No hay comentarios:

Publicar un comentario